Tenemos muchas razones para convertirse en cuentacuentos para los niños y las niñas, ahora compartiremos dos de ellas.

  1. Escuchar, hablar, leer y escribir

¿Alguna vez  se han sorprendido cómo su hijo o hija ha memorizado la letra de una canción solo escuchándola?

Los niños tienen una gran capacidad de memorizar lo que escuchan, de esta manera van construyendo el lenguaje que utilizan: las palabras, sus significados y las relaciones entre ellos.

Si deseamos que los niños desarrollen adecuadamente el lenguaje, preocupémonos por lo que escuchan; no solo en relación con la música, sino también con las historias que les leamos.

Tengamos en cuenta que el hábito de leer a los niños en un clima cálido y afectivo los motiva a aprender a leer y a escribir.

2. Conocer y conocerse

Para todos, especialmente para los niños, el estímulo audiovisual es importante no solo porque es agradable a los sentidos, sino porque a través de ellos se acercan a situaciones diversas que impactan en sus ideas, sensaciones y sentimientos. Como padres y maestros tenemos que cuidar lo que ven y escuchan. Por ello, leer a los niños historias con ilustraciones atractivas es darles la posibilidad de conocer situaciones, lugares, personas, medio ambientes y culturas diferentes. Pero también es un medio para que el niño y la niña se auto conozca, ya que motiva la expresión de sus ideas, sentimientos y creatividad. Las historias leídas tiene un poder educativo y terapéutico, por ejemplo un niño asustadizo puede identificarse con un pececito que supera sus miedos o un niño desordenado puede aprender el valor del orden.

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